Tras 14 años en Águilas, ayer domingo, Manuel Amatriaín ofició su última eucaristía como párroco de San José, al ser trasladado por la Diócesis a la iglesia de San Basilio el Grande de Murcia. Tras la misa, recibió una despedida multitudinaria por parte de sus parroquianos y amigos. Además, tuvo lugar el acto de nombramiento como Hijo Adoptivo de Águilas, aprobado por unanimidad por el Pleno del Ayuntamiento. La alcaldesa de Águilas, Mari Carmen Moreno, tras hacerle entrega de este importante reconocimiento, le dirigió las siguientes palabras: “Es usted un sacerdote de una calidad humana, de una sensibilidad que, personalmente, me ha sorprendido. Estoy convencida de que ha dejado una semilla muy importante en Águilas y en esta parroquia. Ha pasado usted momentos difíciles, como cuando tuvo que tomar la decisión de derribar un edificio emblemático como era Acción Católica y asumir una obra difícil, con sus tiras y aflojas, pero que finalmente ese trabajo y esfuerzo se vio recompensado con lo que usted quería desde el principio, un edificio por y para los necesitados no solo de cosas materiales, sino también necesitados espirituales. Como creyente le quiero dar las gracias a Dios por haberlo puesto en mi camino, quiero darle las gracias a Dios por haberlo puesto en el camino de las ciudadanas y ciudadanos de Águilas. Gracias por sus mensajes en momentos complicados que he pasado, que me han reconfortado muchísimo. Gracias por haber sido tan cercano. Lo llevaré siempre en el corazón”.